Descripción de la ruta:
En esta primera ruta nos transportaremos al territorio nor-oriental de África a conocer acerca de los restos arqueológicos del Antiguo Imperio Egipto que nos permiten acercarnos a su cultura y estilo de vida, nos vamos a centrar en el período conocido como “El Imperio Nuevo” y enfocándonos en la importancia, como fuente, de los objetos metalúrgicos encontrados, especialmente en tumbas, además de las representaciones pictográficas de los procesos llevado a cabo para manejar el metal y crear algunas de sus conocidas figuras en bronce, hierro y oro.
El territorio que vamos a visitar corresponde a la parte nor-oriental de la actual República Árabe de Egipto, incluyendo a su actual capital El Cairo, y se extiende por los actuales Israel, el Líbano (actual canal del Suez) y una pequeña parte nor-occidental de Jordania, conectando así al Imperio Egipto con las otras grandes civilizaciones del mediterráneo. Cabe resaltar que la base del estilo de vida, alimentación y sustentación, del imperio Egipcio en gran parte los productos brindados por el río Nilo, por lo que el imperio creció alrededor de él, no extendiéndose por el desierto, sino alargándose siguiendo el camino que seguía el río.
Se iniciará este recorrido por la parte sur del Imperio, también conocida como “Alto Egipto” para empezar a subir por la parte conocida como “Bajo Egipto” y atravesar el actual canal del Suez hasta llegar a la frontera con la antigua Ugarit, ciudad clave en el mercado con el imperio Egipcio y en el desarrollo de su metalurgia.
Mapa
Imperio Egipto 1500 ac
Ruta en imágenes
Mural ubicado en la tumba de Rejmira
Lugar: Lúxor, Egipto.
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Pectoral de la tumba de Sit-Hathor-Yunet Materiales: Oro, Lapislázuli, cornalina, turquesa y granate. Lugar de conservación: Metropolitan Museum of Art, Nueva York |
Máscara funeraria de Tutankamón Materiales: Oro batido con incrustaciones de pasta de vidrio y turquesas. Lugar de conservación: Museo Egipcio de El Cairo. |
Historia:
La historia del Antiguo Egipto es uno de los temas más populares que se pueden encontrar en la Historia del Mundo Antiguo, no sólo por los grandes hallazgos arqueológicos hechos en los desiertos Saharianos sino también por la gran cantidad de mitos y leyendas que lo rodean. El “imperio Nuevo” de Egipto, que comenzó con el reinado de Ahmosis en el 1550 a.c, es el penúltimo periodo antes de que el Imperio entre en decadencia y su territorio se convierta en un blanco constante de invasiones y robos, además, es uno de los períodos más conocidos debido a los grandes descubrimientos arqueológicos e históricos que hacen referencia a la riqueza y abundancia que se vivió en Egipto durante este período histórico.
De este período se tiene conocimiento de la existencia de grandes templos y complicados ritos funerarios que les hacían a sus faraones fallecidos, con quienes enterraban a sus sirvientes y grandes riquezas, un ejemplo es la tumba de Tutankamon, descubierta en el s. XX, que es de una gran relevancia debido a que su estructura y objetos dentros estaban casi intactos cuando la encontraron. Era de esperarse encontrarse con grandes y complicados rituales de entierro debido a la creencia egipcia de que las almas que no recibían un funeral adecuado se encontraban vagando en el “Nun” (término utilizado para un elemento liquido incontrolable del cual surgió la vida y que sigue existiendo entre la realidad y el más allá). Por esto las personas fallecidas estaban siempre rodeados de objetos de gran valor para su cruce y estadía en el más allá.
En las tumbas de los Faraones generalmente se enterraban tanto productos orgánicos, como comida o tejidos, pero especialmente se hacían complicadas figuras de oro mezclado con otros metales o piedras preciosas para demostrar su divinidad aquí en la tierra. Debido a los procesos de descomposición y a las condiciones en que los enterraban es más fácil encontrar restos metalúrgicos ya que suelen conservarse por mucho más tiempo en lugares con poco oxigeno, a comparación con los materiales orgánicos como la comida, que se descompone, o textiles, que son victimas de las bacterias y de zonas anaerobias. Este tipo de metalurgia también ayuda a entender un poco más la diferencia entre las personas que gozaban de poder, a quienes se les hacían mascaras especiales para inmortalizar su ser, su presencia, a comparación con los campesinos o personas con menos poder a quien muy difícilmente pueden identificarse.
A pesar de que a los muertos se les enterraba por debajo de la tumba en un espacio de poco aire y que, con el paso de los años, se podría considerar perdido debido a la sedimentación de la misma pirámide y al movimiento constante de las dunas de arena; ninguno de estos elementos impidieron que muchas tumbas fueran victimas de la llamada “guaqueria”, es decir, fueron profanadas y despojadas de los elementos que contenía, ya fuere porque se los robaron si tenían algún valor o porque los destruyeron en la búsqueda de los anteriores. Este tipo de acciones destruyen el pasado, no solo de una nación, sino el pasado de la humanidad y disminuyen la posibilidad de resolver los ministerios del pasado al disminuir la posibilidad de encontrar algún yacimientos o algún artefacto que nos revele más acerca de las sociedades del pasado.
Bibliografía:
-Sutton, m; Yohe II; R. 2008. Archaeology: The science of the human past. Pg.79-110: Pearson/ Allyn and Bacon.
-Amzallag, N. (2009). From metallurgy to bronze age civilizations: The synthetic theory. American Journal of Archaeology, 497-519.
-Largacha, A. P. (2007). Historia antigua de Egipto y del Próximo Oriente (Vol. 254). Ediciones Akal.
-Grimal, N. (2004). Historia del antiguo Egipto (Vol. 184). Ediciones AKAL.
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